lunes, 30 de agosto de 2010

Foucault sobre el placer y el deseo

Esquemáticamente diría que la medicina y el psicoanálisis han aprovechado ampliamente esa noción de deseo, precisamente como una especie de herramienta, como un esquema de inteligibilidad para calibrar un placer sexual en términos de normalidad: "Dime cuál es tu deseo y te diré quién eres, te diré si estás enfermo o no, te diré si eres normal o no, y entonces podré aprobar o no tu placer". Es bastante claro, me parece, en el psicoanálisis. Y en todo caso, si se hace la historia misma de la noción de deseo desde la concupiscencia cristiana pasando por el instinto sexual de los años 1840 hasta la noción freudiana y postfreudiana de deseo, creo que se veria bastante bien cómo funciona esta noción. El deseo no es un suceso sino un rasgo permanente del sujeto: provee la base sobre la cual se deposita todo el armazón médico-psicológico.
Ahora, me parece que utilizando la palabra "placer", que en el límite no quiere decir nada, que está todavìa bastante vacía de contenido y virgen de utilización posible, no tomando al placer por ninguna otra cosa que, finalmente, un acontecimiento, un acontecimiento que se produce fuera del sujeto, o en el límite del sujeto, o entre dos sujetos, en ese algo que no es ni del cuerpo ni del alma, ¿no tenemos allí, si intentamos reflexionar un poco sobre esta noción de placer, un medio de evitar toda la armadura psicológica y médica que la noción tradicional del deseo lleva consigo?


Michel Foucaualt, La gaya ciencia.

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